TALLER ENTRENAMIENTO EN RETORICA ESCENICA Y LENGUAJE CORPORAL PARA LA LITIGACION ORAL. SUM, 21y 28 de agosto y 04 de septiembre.



La asistencia al Taller requiere de inscripción previa.

 

Taller introductorio e intensivo de

“ENTRENAMIENTO EN RETÓRICA ESCÉNICA Y LENGUAJE CORPORAL PARA LA LITIGACIÓN ORAL”

 

Presentación general

El taller será de carácter introductorio e intensivo con el objetivo de aportar herramientas básicas sobre retórica escénica y lenguaje corporal específicas, orientadas en las técnicas de litigación para las audiencias y los juicios orales.

Cuando hablamos de retórica hacemos referencia a   la técnica o arte que desde mediados del siglo V a.C analiza y estudia las reglas que logran convencer, persuadir, deleitar, conmover al oyente. Declarada popularmente desde los antiguos como téchne retoriké o ars dicendi, “el arte del decir bien”, advertimos que el decir implica hacer, es decir que “la palabra” debe ser sostenida por el gesto, por la voz, por el cuerpo con el fin de lograr credibilidad y empatía en el auditorio.

La retórica trabaja sobre dos ejes; por un lado el orden sintagmático que opera sobre la estructura sintáctica – gramática del discurso que refiere a la elaboración, combinación y relación entre las frases y las palabras; y por el otro, un orden paradigmático que opera sobre la exposición del discurso es decir, el cuerpo como aparato expresivo, la voz, los tonos, los gestos, todo lo que implica la composición y definición de un estilo del orador. Este eje u orden paradigmático, antiguamente denominado por los retóricos como elocutio y por Aristóteles como la actio, es uno de los vehículos imprescindibles de transmisión y comunicación que da inicio a la acción, y ésta a provocar una reacción en el/la interlocutor/a o auditorio. Dentro de estos elementos y herramientas compositivas se encuentran las figuras gestuales, tonales, posturales que involucran la mirada, la voz, las manos, en síntesis, la comunicación no verbal o lenguaje corporal; como también es importante evidenciar el contexto “escenográfico” que será soporte y parte de esa presentación. Aquí comienzan a involucrarse más ingredientes retóricos como objetos, vestuario, hasta la misma estructura del espacio donde se desarrollará la presentación que no serán elegidos y utilizados “inocentemente”, sino que se seleccionarán para utilizar a partir de ciertos criterios de conveniencia para la concreción de credibilidad y verosimilitud de la exposición, serán parte de la retórica del contexto, de la retórica escénica.

 

Fundamentación

Entonces, ¿a qué nos referimos al hablar de la retórica escénica?.

Parafraseando a uno de los teóricos y hacedores referente del teatro argentino Aldo Pricco, entendemos la retórica escénica como el análisis y la producción de estrategias discursivas de la práctica teatral convenientes para la concreción de una credibilidad y adhesión espectatorial indispensables para el contrato de copresencia entre agentes escénicos y destinatarios.

Cuando hacemos mención de la palabra “escénica” es imposible no remitirnos a la actividad teatral en cuanto a una connotación histriónica y espectacular… El límite entre el teatro y el juicio o audiencia, es que el primero expone la retórica y el segundo no. Es decir, el teatro en su contexto espectacular se caracteriza por la construcción de ficción con criterios artísticos, estéticos y el auditorio presencia el acontecimiento a sabiendas de su carácter ficcional. A diferencia de la representación de juicios orales donde fiscales y defensores intentarán convencer al juez, tribunal y jurado, sobre la veracidad de cada   versión de los hechos y su implicancia en la condena o absolución de una persona.

El conjunto y combinación de elementos retóricos escénicos para la construcción de credibilidad en la exposición de los representantes de las partes serán esencialmente su Teoría del caso, investigada previamente, donde intervendrán testigos, imputado, víctima y objetos en carácter de pruebas que construirán y narrarán la historia, como así también la solvencia expresiva del fiscal o defensor para conducir, guiar y exponer cada momento y actores que componen su teoría.

La acción – reacción, el dominio vincular y el conflicto son algunas de las analogías de la retórica escénica que emergen entre la práctica teatral y las prácticas de la litigación en las audiencias y juicios orales. Sin conflicto no hay juicio, sin conflicto no hay teatro… el conflicto es consecuencia del vínculo y el vínculo se desarrolla entre sujetos, personas. Otra de las analogías que emergen entre una práctica y otra es el “aquí y ahora” de la resolución del conflicto sea en la sala teatral como en la sala de juicio, es el “momento presente” que exige la presencia física de los actores. Sin estos cuerpos presentes no hay   exposición. Entonces, la esencia del teatro radica en el “aquí y ahora” y en el origen de su palabra theatrón que refiere a la actividad contemplativa, al lugar desde donde se mira.

Esta exposición de cuerpos presentes requiere de un entrenamiento expresivo. El dominio correcto del cuerpo, de cada uno de estos componentes expresivos hacen posible la empatía, la verosimilitud como camino a la credibilidad.

Cada movimiento que hace una persona que habla con las manos, con el cuerpo, sea consciente o inconsciente, es una forma de transmisión. Como en el caso del actor, el defensor y el fiscal deben ser conscientes de lo que están transmitiendo en una sala de audiencia, deben tener dominio y registro que hagan posible que vayan por el mismo camino palabra, mente y cuerpo, es su responsabilidad; sin olvidar el papel activo que juega el receptor o auditorio. Para convencer se debe generar interés y un elemento esencial para darle continuidad al interés de escuchar, de seguir el relato o discurso son los cambios en la voz, las pausas, los silencios, la atención que emerge a través del sonido y del gesto. Pensemos en la monotonía sonora que provoca la lectura de un discurso o la oralidad de un relato sin intenciones, sin pausas, sin variaciones rítmicas, sin contacto visual… Por más voluntad y obligaciones que tengamos en prestarle atención pasados unos minutos la concentración será insostenible. La monotonía provoca adormecimiento y distancia como también el excesivo uso de lenguaje técnico.

Para captar atención, transmitir y como resultado persuadir es fundamental ser creíbles, ser verosímiles, es entrenar   ante todo “la naturalidad” o como se dice en la jerga teatral “la organicidad”. ¿Qué queremos decir con “ser naturales”?. Sencillamente no parecer lo que vulgarmente llamamos “armado”, “acartonado” o que suene falso, no creíble. También se nos presenta otra cuestión a resolver, y es consecuencia de la exposición los nervios y la adrenalina, estos suelen ser inevitables. Los movimientos involuntarios, tics nerviosos, bloqueos que obstaculizan la recepción e interfieren en la atención del auditorio. Es aquí donde proponemos trabajar a partir de ejercicios diferentes con el propósito de tomar registro y conciencia de cómo se ven y se oyen para continuar entrenando en la “limpieza” de esos “ruidos” gestuales. Es decir, en otras palabras, la percepción sobre uno mismo puede ser totalmente diferente de lo que perciben los demás y aquí es donde comenzamos el camino hacia la verosimilitud y la persuasión.

El objetivo de intervenir desde la mirada retórica escénica es brindar una metodología de entrenamiento conformada por ejercicios de algunas técnicas teatrales y pertinentes a combinar con las técnicas de litigación, que estimularan la creatividad, la confianza y los sentidos aportando herramientas, recursos que servirán de apoyo y facilitarán la toma de consciencia en el manejo del propio cuerpo y así poder discernir y regular movimientos, posturas corporales, gesticulaciones propias que favorecerán al abogado en la audiencia o juicio. Estos ejercicios desarrollarán y permitirán tener una conciencia de la propia imagen con un “diagnóstico”, si se quiere, de las actitudes y movimientos que se podrían potenciar como los que tal vez convenga modificar. Con el objetivo de coadyuvar el estilo de cada abogado. El estilo personal es una combinación única de elementos que incluyen el control y la coordinación del cuerpo, cerebro y la voz.

 

Objetivos generales:

  • Estimular el interés por ampliar la capacidad creativa y de recursos expresivos a través del cuerpo y los sentidos.
  • Lograr que el alumno se desestructure racional y corporalmente.
  • Elaboración y desarrollo de ópticas variadas como camino a la empatía.
  • Estimular el contacto vincular y empatía   a través de ejercicios que desarrollan la escucha y la toma de conciencia sobre el registro de “el otro”. Estimulación vincular.
  • Desarrollar en el alumno herramientas de improvisación corporal y oral para poder enfrentar imponderables o bloqueos posibles en la exposición.
  • Trabajar el contacto visual – sostenimiento, proyección y vínculo. El contacto visual como una de las herramientas fundamentales en la persuasión.
  • La voz, expresión oral, entonaciones, variación rítmica y silencios.
  • Tener conciencia de la imagen y presencia como signos y estímulos parte de la comunicación.
  • Manipulación de objetos y evidencias.
  • Trabajar el poder de síntesis y elaboración de frases que generen impacto. Despojar el lenguaje técnico.
  • Utilización de silencios retóricos, la improvisación no es sólo palabra.

Metodología de trabajo y material de apoyo didáctico:

  • La metodología de trabajo es dinámica y práctica, con actividades y ejercicios que desarrollan y estimulan en primera instancia el mundo de los sentidos y la desinhibición para luego, sumarlos como herramientas imprescindibles que hacen posible manipular las destrezas básicas de exposición y oratoria.
  • Observación y análisis de video que introducen a la toma de conciencia sobre la relevancia del manejo de las herramientas básicas para la exposición y la vinculación con el interlocutor.
  • Exposición sobre aspectos teóricos.
  • Simulacros y juegos de roles con anclaje en las distintas instancias de juicio.
  • Elementos para la composición narrativa de alegatos. Composición expresiva.
  • Ejercicios de dominio vincular y dialéctica con anclaje en examen directo y contra.
  • Exposiciones grupales e individuales. Análisis y devoluciones.